El restaurante El Risco, en la Caleta de Famara, obtiene la calificación de Bib Gourmand y se queda a un paso de la primera estrella

 

 

El Risco popularizó los Chips de Morena
El Risco popularizó los Chips de Morena

 

La reciente concesión, el pasado 19 de noviembre, de las conocidas estrellas Michelín deparó pocas sorpresas para el Archipiélago. Sólo la provincia de Santa Cruz de Tenerife tiene el privilegio de contar con tres establecimientos top. Se trata del M.B. de Martín Berasategui, con dos estrellas y el Kabuki y el Kazán, con una cada uno. En la provincia de Las Palmas el cielo gastronómico no luce estrellado. Pero casi. Y ese casi lo protagoniza el local que dirigen tres hombres: Pedro Noda, Marco Rodríguez y Juan Perdomo quien da forma a los platos ahora reconocidos «oficialmente». Se trata de El Risco, en la Caleta de Famara, distinguido en la conocía guía roja como Bib Gourmand, es decir, un restaurante con «comida con calidad, generalmente de corte regional, que es servida a un precio moderado».  Un paso por debajo de la primera estrella, para entendernos.

 

Juan Perdomo, chef de El Risco
Juan Perdomo, chef de El Risco

Para decidir qué sitios merecen el honor de figurar en la Guía Michelín, el restaurante es visitado por uno de los inspectores que viajan de forma anónima, comen cerca de 250 veces cada uno en restaurantes y se alojan alrededor de 150 noches en hoteles. Cada uno visita más de 800 establecimientos y escribe aproximadamente 1.100 informes. Sólo después de haber degustado la comida (y de haberla pagado) se identifican como inspectores de la Guía Michelín y completan su experiencia gastronómica con una serie de preguntas a los responsables del local.

En el caso que nos ocupa el inspector en cuestión (que también probó otros establecimientos de la isla) eligió un Lomo de Sama con caldo corto de limón y azafrán y un Cremoso de Papaya con espuma de yogurt.

La guía Michelín fue creada en el año 1900 por André Michelín y ya era en ese momento una guía publicitaria, que se regalaba con la compra de neumáticos. Francia contaba entonces con 2.400 conductores, y la guía tenía información valiosa para los pioneros del automóvil: lista de los mecánicos, los médicos, planos de algunas ciudades y lista de curiosidades.

A partir de 1920 se vende la guía y aparecen en ella restaurantes por primera vez. La información que proporciona a los clientes de Michelin es relativa a la calidad de los mismos; empiezan de esta forma las rondas de los primeros inspectores anónimos. En el año 1926 aparece la estrella para designar los mejores restaurantes, y en el año 1931 aparece la clasificación en 1, 2 y 3 estrellas. En el año 1955 aparece el Bib Gourmand,