El chef Germán Blanco, uno de los grandes nombre propios del Archipiélago, fue el encargado de bajar el telón
De acuerdo. Era 30 de octubre. Mes y pico después de que el calendario marcara el final del estío. Pero eso -ni nada conocido- frena a Luis Benito, el motor del Chiringuito Tropical de Playa Blanca, donde, en efecto, es verano, más o menos, 365 días al año.
Así que Benito, y la agenda de Germán Blanco, forzaron que la última sesión de las exitosas ‘Cenas de una noche de verano’ tuviera lugar el último domingo de octubre. Un día de verano, por otra parte.
Con el aforo completo -la mayoría de las reservas formalizadas al final de la cena de Blanco en 2021- el chef recientemente firmado por el Brisa Marina, también en Playa Blanca, inició un paseo gastronómico que partió de la mezcla entre Papa negra, calabaza, curry rojo y peto ahumado para llegar a la estación trampantojo con un Huevo ecológico sostenido sobre finos hilos de kataifi.
Por el camino fueron apareciendo, en perfecta armonía, impecables en tiempo y forma, un Corte de atún, crema helada de aguacate, mojo de pimientas palmeras y wasabi, el toque oriental del Cha Gio, costilla de cochino, yakinku y strudel de manzana y un Pescado azul con sal de janubio, tomate verde, parchita y berberecho.
Un Arroz guisado con matices asiáticos, gamba roja y alioli ahumado dio paso al toque clásico de la noche: un Ravioli de codorniz, emulsión de purrusalda y pepitoria trufada. Y hasta el próximo año para el que Luis Benito tiene ya ideas bien formadas
Piedra a piedra
Luis Benito, originario de La Mancha, incansable trabajador, ha hecho del Chiringuito Tropical un lugar de visita obligada tanto para el residente como para el visitante. Cocina basada en el producto local, con presencia de tomates de Tinajo, quesos artesanales y sardinas de La Tiñosa entre los entrantes, a la espera de los imperdibles arroces, que los borda, con la joya de la corona que constituye el Meloso con carabineros de La Santa.
Picando piedra se ha abierto un destacado hueco en el mapa gastronómico insular, a pesar de que en sus inicios no se lo pusieron nada fácil: su propuesta no alcanzaba el glamour exigido por el técnico de turno del Cabildo para mostrarse en el elitista escaparate de lo que llaman Saborea Lanzarote. Pero él, inasequible al desaliento. Algún día alguien tendrá que revisar quién es el que reparte carnés de lo que vale, o no, en la gastronomía insular. Y en base a qué los reparte. Pero esa es otra historia.
La de Luis Benito al frente del Chiringuito Tropical continúa. Ya tiene en la cabeza las Cenas de una noche de verano de 2023 y, mientras, sigue haciendo inmensamente felices a todos los que se acercan por el Chiringuito Tropical.