Festival Enogastronómico

A la hora de escribir esta crónica el Cabildo de Lanzarote no había hecho público el recuento de tickets vendidos. Pero para quienes no valoramos los eventos tanto por el número de visitantes cuanto por la calidad del mismo, no nos hace falta saber si fueron mil o cien mil (que seguramente serán más).

Festival Enogastronomico de Teguise (30)

El VII Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote probablemente sea el mejor de cuantos se han celebrado. Primer punto a favor de una organización que sabe superarse, que aprende de los errores y que adapta conocimientos adquiridos lejos de la isla.

A un evento de estas características, y con este presupuesto, cabe pedirle que sea redondo. Y esa es, probablemente, la principal virtud del «Saborea». Un edificio en el que los cimientos son el producto y la argamasa los cocineros. Y a partir de ahí cada habitáculo está tomado por multitud de vecinos a los que les une la gastronomía o la enología. Y en el que acompaña hasta el casco histórico donde se erige la imaginaria edificación.

Por comenzar por algún lado el último acierto ha sido la conversión por unos días del Palacio Spínola en la Casa del Producto Canario. Entre timples y crujir de las maderas del piso, el señorial inmueble ha dado a conocer vinos y queso del resto de las islas, por supuesto, pero también aquellas otras cosas en las que se está trabajando, caso del cultivo de algas marinas o el langostino real, también de acuicultura. Gofio, papas o cervezas compartieron también protagonismo en el lugar.

ángel león

El Aula del Gusto, un año más, ha vuelto a dar la oportunidad de conocer alguno de los secretos que guardan quienes atesoran estrellas Michelín. Hasta cinco en total, esta vez. Cuatro de ellas para Ángel León, el Chef del Mar, estrenando la tercera en Aponiente y debutando en el firmamento gastronómico con Alevante. La quinta la puso el gallego Pepe Solla. Un aula a la que se asoman cada vez más cocineros oficiando en la isla, caso de Orlando Ortega (Lilium) o Víctor Bossecker (Isla de Lobos).

Especialmente atractiva ha resultado en esta edición del Festival la pequeña pero bien aprovechada Aula Saborea Lanzarote. Diez ponencias-taller que incluyeron como novedades la presencia de la cocina vegana (The V Factor) y de uno de los muchos restaurantes de cocinas del mundo que hay por aquí (Kristian’s). Dos presentaciones de nuevos productos que distribuye el nuevo templo para las despensas de los chef, AVA-Africamar: salsas para quesos de Can Bech y chocolates de Valhorna. Las seis ponencias restantes fueron protagonizadas por otros tantos grandes de la isla: Dailos Perdomo (Coque de Mario Sandoval, Madrid, 2* Michelín) junto a la bartender Paula Martín; Abel del Rosario (Hotel Puerto de la Cruz, Tenerife), Luis León (El Toro, Arena, Cala); Joao Faraco (Harbour View, Playa Blanca), Ernesto Palomar (La Rebotica, Playa Honda) y Manu Liria (Chic!, Mácher).

The V Factor
Aqual, Can Bech y AVA Africamar. Quesos y salsas para quesos
Luis León con cerveza Dorada
Kristian's
Valrhorna y AVA Africamar. Chocolates
Manu Liria, Chic!
Joao Faraco, Harbour View
Dailos Perdomo y Paula Martín, Coque
Ernesto Palomar, La Rebotica
Abel del Rosario, en el centro, con Dailos Perdomo y Fernando Núñez, a la izquierda

Para los más pequeños, el aula Chinijo Chef esta vez coordinada por Ana Oca, popular por su participación en Master Chef Júnior y la misma filosofía que el primer día: traslado de buenos hábitos alimenticios, iniciarles en el cocinar a través del juego y hacerles ir madurando en el mundo de la gastronomía.

Y todavía no hemos comentado aquello de lo que habla el grueso de quienes fueron al ‘Saborea’: el Gastro Market o zonas de degustación de tapas y vinos. Lo de los tickets, para entendernos. Más de medio centenar de expositores y presencia de varios locales del resto de las islas y de destinos Saborea de A Coruña, Segovia, Logroño o Cambrils. De ahí es de donde saldrán las cifras que probablemente harán que nos quedemos asombrados. Y que, aunque fueran monumentales, nos parecerán nada comparado con todo lo demás que deja la cita gastronómica más completa de Canarias, invisible para el conjunto de la población y que para el productor y quienes trabajan el producto, es ya indispensable-

Por cierto. Este año la venta de refrescos y cervezas, en manos de Rotary Club Costa Teguise, ha servido para poner el primer granito de arena del futuro parque infantil de la azotea del Hospital General Doctor José Molina Orosa. Para terminar de cerrar el círculo.